Off

Ahora que no estás (por Rosa Centén)

Orgullo de padre, aquel que incondicionalmente estaba con cada uno de nosotros sin preguntas, sin reproches, no creo que nadie pueda imaginar como era en realidad.

Me protegió hasta el último día, sus ojos y los míos se cruzaron durante 10 segundos cuando postrado en la cama de aquel hospital yo le daba la cena y supo y comprendió lo que le quería decir, lo siento papá.

Siempre fui la pequeña para él, su protección fue total, no se hablaba de nada de aquello que el pudiera creer que podría hacerme daño, nunca se habló de mi hermano mayor, que circunstancias de la vida, nos lo alejó durante un tiempo, no oí ni un solo comentario y sin embargo siempre para él ha sido su orgullo, el mayor, el mejor en muchas cosas, al que había que hacer caso, aunque yo apenas conviví con él, pero así nos lo transmitió, tampoco oí ni un solo reproche a mi hermano pequeño en aquella etapa tan rara que tuvo, lo sufrió y le quiso sobre todas las cosas, pensaba en el y también le protegía a su manera, no sabía de otra y siempre le tuvo y hacia mi qué decir, me lo encontré durmiendo en el suelo cuando estuve tan mala, me acompañaba a las 5:00 h de la mañana cuando trabajaba en Mercamadrid y se levantaba antes para llevarme el desayuno a la cama, quería sobre todas las cosas.

Era querer, querer y querer. No hablaba, demostraba.

Aquellos que no han venido a verle, aquellos que se aprovecharon de él y luego no lo han reconocido, que sepáis que él nunca lo vio así, siempre había una escusa o simplemente lo comprendía. Saber que a él no le habéis hecho daño. EL PERDONABA PERO YO NO, OJALÁ FUESE COMO ÉL.

TE QUIERO PAPÁ

Nunca podremos ser como él, era todo corazón. (Enrique)

This entry was posted in Biografía and tagged . Bookmark the permalink.

Comments Closed

Comments are closed.