El 14 de julio de 1789 se inició la Revolución de los más necesitados ante la actitud del verdadero poder de los privilegiados, nobleza y clero, estos se negaron a aceptar reformas del sistema tributario que gravaba al pueblo llano y a la incipiente burguesía, y en menos de un mes, aquellos súbditos llamados despectivamente plebe alcanzaron la gloria. La reforma presentada en mayo en la Asamblea de Representantes de los tres Estados (Estados Generales), fueron bloqueadas por el 1er Estado (el clero) y por el 2º Estado (la nobleza), frente al 3er Estado (el pueblo, sin apenas representación y con muy escasa la naciente burguesía).
El 17 de junio los pocos representantes del 3er Estado y el bajo clero se constituyeron como Asamblea Nacional, el 20 de junio se reunieron con el fin de establecer una Constitución quedando constituida el 9 de julio la Asamblea Nacional Constituyente. El pueblo acuciado por el hambre y la carestía asaltó la Bastilla el 14 de julio, símbolo de la arbitrariedad monárquica, el asalto costó cerca de 100 víctimas entre los asaltantes. Ese día se inició el fin del Antiguo Régimen y el principio de la Revolución Francesa. El 26 de agosto se aprobó la “Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano”. Se inicia también bajo el lema “Libertad, Igualdad y Fraternidad” el proceso para un incipiente Estado de Bienestar, hechos que conmocionaron a Europa y por ende al mundo.
La consecuencia tras avatares de restauraciones monárquicas en Francia y Europa se produjo a principios del siglo XX, otro estallido del pueblo por los mismos motivos, se inició la Revolución de Octubre, el contexto había cambiado, la plebe estaba constituida también por el proletariado, se inicia las mejoras laborales y sociales para todo el pueblo, ejemplo para el mundo industrial iniciado dos décadas antes. También se extirpó una dinastía como en Francia (de ella aún queda un supuesto heredero español).
En España la Revolución Francesa trajo consecuencias trágicas, el Borbón de turno, “el deseado” Fernando VII, segundo mayor genocida español, juró “La Pepa” cuando llegó al trono gracias al pueblo español, no al ejército ni a la Iglesia católica española, e igual a los otros borbones franceses huidos y hermanos de Luis XVI, el español manifiesta plenamente el gen borbónico, la felonía, reprimió a todo aquel que estaba a favor de la Libertad y la Constitución con la horca, el garrote o fusilamientos.
De nuevo el pueblo en español en una demostración de respeto mediante las urnas proclamó la II República, Alfonso XIII huyó sin abdicar y las intrigas del Borbón, la iglesia española y los militares desterrados en Canarias, entre ellos Franco, a la postre el mayor genocida español, se sublevaron contra el Estado de derecho, aportando Alfonso XIII un millón de pesetas de 1936 (hoy serían aprox. 1.400 M€), y con la ayuda alemana e italiana tomó el poder ejerciendo un sangriento gobierno de 39 años llegando ejecutar a 5 luchadores por la Libertad 23 días antes de su óbito, pero tenía “atada y bien atada” la sucesión con el retorno borbónico a España por el nieto del destronado, lo trajo a España y puso bajo su tutela educativa en 1948. Dos días después de su muerte el 20 de noviembre de 1975, el emérito juró cumplir las Leyes Fundamentales y guardar lealtad a los Principios del Movimiento Nacional, nunca juró la Constitución de 1978 y sin atisbo de arrepentimiento de su pasado hasta la fecha, porque el “emérito” así como su hijo, nunca han condenado la dictadura franquista, ¿velada forma de asentimiento? El último de los Felipes, con más antecedentes aún, su abuelo paterno Alfonso XIII “el intrigante y golpista” (también apoyó la Dictadura de Rivera) y su abuela materna, Federica de Hannover, fue miembro de las Juventudes Hitlerianas. El VI juró la Constitución en junio del 2014, 39 años después de morir el asesino, sin mencionar la Dictadura, algo propio de los borbones, juran lo que sea con tal de reinar para continuar ejerciendo las labores propias de la dinastía, borbonear y aumentar su fortuna libre de impuestos, sin pudor, a pesar de tener miembros directos entre su familia condenados por la justicia por robar al pueblo, manteniendo los privilegios y escolta en su residencia de Suiza. Llegará la III y nos libraremos para siempre de las dos lacras que han esquilmado a pueblo español, la borbónica desde hace más de 300 años, y la eclesiástica desde los Católicos Reyes por la Bula papal de 1472 ante el matrimonio entre parientes consanguíneos, construyendo en Roma, San Pietro in Montorio en 1481, inicio de los siguientes Concordatos entre otros muchos privilegios para el clero, siempre renovado y ampliado los últimos 546 años.
Honor y Gloria al espíritu de 14 de julio de 1789 que triunfará en España