No entiendo para qué desean tener tanto los poseedores de las grandes fortunas, su avaricia la deben tener satisfecha, entonces ¿para qué? tantas mansiones, coches,
yates, dinero, si no pueden gastar todo lo que poseen, ni vivir en ellas, ni conducirlos a la vez, están como encarcelados, con guardaespaldas en todos los lugares donde van o viven, al igual que los reos custodiados cuando los trasladan, viven en un mundo falso, les rodean la adulación y el servilismo, no ven la realidad cotidiana del resto de los mortales, lo suyo es un espejismo, se creen amos de los demás, pero son más esclavos que ellos, con grilletes de oro pero grilletes en definitiva.
Lo mismo pasa con las grandes corporaciones, sin un titular claro, solo un presidente que maneja una gran fortuna en nombre de cientos o miles de socios, esos presidentes se creen dioses, Sigue leyendo









