En origen era una celebración popular en agradecimiento a los elementos que eran la base de su vida, hoy se mantiene lo superfluo, el jolgorio y las reuniones familiares, pero en realidad es un ejemplo de dominación político religiosa. Durante varios 
siglos antes del nacimiento del cristianismo (Concilio de Nicea del año 325), la sociedad romana era politeísta creyendo en una serie de divinidades protectoras de las distintas áreas de su vida, para la agricultura y la cosecha se adoraba al dios Saturno, dios de la Agricultura y la Cosecha, celebrándose fiestas paganas en su honor: las Saturnales a modo de confraternización entre los roles de amos y esclavos, con regalos e incluso intercambio de vestimentas de cada clase.
Dicha celebración consistía en un festival popular en honor a Saturno. Se celebraba en diciembre, aproximadamente entre el 17 y el 23, coincidiendo con el calendario Gregoriano actual; posteriormente Julio César trasladó las 
Saturnales al 25 de diciembre, según calendario Juliano de menos precisión temporal, la fiesta del «Natalis Solis Invicti» para satisfacer su ego «Julio – Juliano», asociado al nacimiento de Apolo – dios del Sol -, considerado como el solsticio de invierno y los romanos llamaron «Bruma» el período más oscuro del año cuando el Sol sale más tarde y se pone más pronto. Tras el asesinato de Julio César en el 44 a.n.e., las fiestas retornaron a su origen cambiándose el calendario en el año 46 a.n.e., ubicándolo nuevamente entre el 21 y 22 de diciembre del calendario Gregoriano.
– Y aparece de forma clara de que el Poder junto a la Iglesia fueron origen de los estados autocráticos desde antaño, surgió con el cristianismo la elección 
del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús, nada tiene que ver con la Biblia, fue una elección político religiosa bastante consciente y explícita el usar el solsticio de invierno volviendo al calendario Juliano día de «Natalis Solis Invicti, para simbolizar el papel de «Cristo como la luz del mundo». Para ello el emperador Constantino I y el Papa Julio I decidieron ubicar el nacimiento de Jesús durante la época que concentraba las fiestas más populares de Roma para favorecer su conversión, dado que la sociedad romana era politeísta y 
creía en una serie de divinidades protectoras de las distintas áreas de su vida y esas fechas eran de la Agricultura y la Cosecha, pasaron de adorar al dios Saturno a adorar a Jesús en el año 350, y su sucesor, el Papa Liberio lo decretó oficialmente en el año 354. la sustitución del dios del Sol – Apolo -, según el calendario de Julio César como emperador de Roma, pasando a ser Constantino I, el emperador de la cristiandad, muy conveniente dado que no se sabía la fecha concreta, no nació en invierno, según Lucas 2:8, cuando sugiere una estación no fría, lo que ha llevado a muchos a creer que fue en una época más cálida, como el verano o la primavera, no diciembre por el hecho de que los pastores estuvieran cuidando ovejas en los campos de noche.
– Durante el periodo islámico en la península Ibérica, ese día fue una de las principales herramientas de encuentro entre cristianos y musulmanes. Hay 
que recordar que el islam reconoce a Jesús como profeta, esa fecha fue durante años de convivencia en la Península, siendo la Navidad celebrada también por los musulmanes. Una buena muestra del carácter heterodoxo y no excluyente de esta fiesta en la Península.
– El origen del Roscón de Reyes, también tiene origen pagano y se celebraba durante las Saturnales, cuando se devoraba una torta circular que en su interior contenía un haba y quien la descubría, no se convertía en el pardillo que debía pagar el roscón, sino en el rey de la fiesta.
